Por
Javier Califano.
Circo tradicional- Circo Criollo
El
circo representa una antigua tradición que data popularizándose en nuestro país
desde el siglo XIX, con especial énfasis durante el primer gobierno de Rosas
(1829), mediante el continuo apoyo político de la epoca a todas las manifestaciones populares y sociales
en la región.
Desde
entonces la carpa del circo fue el lugar de encuentro para grandes y chicos,
donde acróbatas, malabaristas y domadores se apoderaban del asombro de la
multitud mediante la puesta en escena de sus proezas y facultades circenses, engalanados
en su condición de embajadores culturales de pueblos y tradiciones remotas, que
llegaban a la Argentina desde el
puerto de Buenos Aires para concretar el fenómeno del circo criollo.
Ya
a finales del siglo XIX, comienza a desarrollarse el concepto del circo criollo,
sostenido por la valoración de las artes populares, con cuadros típicos de
teatro, pantomimas, ilusionistas, prestidigitadores y bailes criollos,
conjugados con la habitual destreza y las habilidades extraordinarias de los
artistas circenses. En estas funciones se representó desde la compañía de los hermanos Podestá, la primera pantomima
de Juan Moreira, situando el origen del “teatro argentino”
dentro en las carpas del circo.
No
obstante, durante las primeras décadas del siglo XX, comienza a menguar la
actividad del circo criollo y sus compañías. Siendo completamente anecdótico
que la última representación de “circo
criollo” que se recuerde, curiosamente sea una puesta en escena de Juan Moreira,
obra fundacional del género, protagonizada por Francisco Petrone en una
carpa levantada en la Plaza
Once en el año 1959.
Desde entonces las compañías circenses
nacionales e internacionales que circularon por nuestro país, se ajustaron a un
modelo representativo, arraigado al
“imaginario popular” de circo y entretenimiento, que durante la segunda mitad del siglo XX, se
sostenía ofreciendo la exhibición de diversos animales exóticos, es el caso de
tigres, leones y elefantes, como una distintiva atracción principal, llegando a
regiones y poblaciones distantes a los
zoológicos de las grandes urbes.
El circo frente a la Declaración Universal
de los Derechos del Animal
En
las últimas décadas del siglo XX, en algunos países comenzaron a establecerse criterios legales para regular las condiciones
en que se encuentran y tratan a los animales y especies protegidas sujetas a la
actividad circense. Desde que se promulgo el fallo a nivel internacional que
establece la “Declaración Universal de
los Derechos del Animal” (1978), la mayoría
de las compañías circenses nacionales e internacionales estableció sistemáticamente –aun hasta la fecha-
continuas contravenciones sobre dos artículos de dicha normativa:
Artículo 4:
A) Todo animal perteneciente a una especie salvaje, tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse.
B)
Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es
contraria a este derecho."
Artículo 10:
A) Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.
B)
Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son
incompatibles con la dignidad del animal.”
Sin
embargo, el ejercicio y puesta en práctica de los “Derechos del animal”
resultan insuficientes para garantizar el bienestar y control de
especies pertenecientes a compañías circenses que mantienen contravenciones constantes en virtud de
obtener rédito a costa de la explotación mediante por la oferta de entretenimiento. Por lo tanto en diversas
partes del mundo existen leyes puntuales que regulan la actividad circense,
como en España y la
Republica Argentina. Pero resulta ejemplar el caso de países de Europa como Suecia,
Grecia y Austria que prohibieron toda manifestación de explotación animales salvajes en circos.
En
nuestro país, la ONG “AnimaNaturalis” trabaja en virtud de
generar un cambio en la sociedad, concientizando acerca de la explotación de
los animales privados de su libertad.
En
el año 1995 comenzó en la
Argentina el registro de animales de circo, que solicitaba a
cada compañía datos del origen precedente de cada animal. Gran parte de los
animales que componen el staff de un circo tienen dos orígenes determinados, o
al menos ajustados a la legalidad, siendo importados desde su hábitat natural o
son provenientes de crías de zoológicos. A partir de entonces e inscriptos en
el registro, fue normativa la certificación del nacimiento de nuevos animales, para
constatar el buen curso legal del vigente registro del origen de animales.
Actualmente en Argentina se encuentran en
actividad 30 circos con animales, operando según la reglamentación
vigente en el registro de la
Dirección de Fauna Silvestre.
- Son los circos 21
que circulan por el territorio nacional con la certificación al día.
- En tanto que 5 compañías
circenses se encuentran trabajando para ajustarse a la normativa, mientras
que sus certificaciones se mantienen en “tramite”. Vale destacar que en
Con
respecto a las compañías circenses de países limítrofes (Paraguay, Brasil, Uruguay) que se
desempeñan en territorio nacional, existe
una categoría especial, a la que deben someterse en control de frontera y
registro aduanero para poder entrar y salir legalmente del país.
Según
datos oficiales, el total de los circos locales, excluyendo los
extranjeros, se encuentran un total de:
- 67 tigres.
- 50 leones.
- 12 osos.
- 1 camello.
- 1 elefante.
- 4 chimpancés.
La única legislación pertinente a la
actividad circense en nuestro país es la resolución 472, referente a la certificación de animales, que tiene
una validez de 3 años, ateniéndose a inspecciones de fauna silvestre en ocasión
de cada nacimiento de especie, la cual debe ser inscripta inmediatamente en el
registro, previo certificado veterinario documentado.
Al
respecto, es interesante conocer PROYECTO
DE LEY DE PROTECCIÓN A LOS ANIMALES del Diputado nacional por la provincia de Buenos Aires Alberto Asseff, sumariada el 1 de Junio de 2013. Entre sus
normativas atañe a la actividad circense
y realiza el marcado énfasis respecto a
la creación de un comité Nacional de Protección de Animales, mediante
el Artículo 14.
14.1. El Comité Nacional de Protección de Animales estará conformado por
nueve ( 9 ) miembros, a saber:
- Un representante del
Ministerio de Salud Pública,
- Un representante del
Ministerio de Agricultura y Ganadería,
- Un representante del
Ministerio de Educación,
- Un representante de la Federación de
Colegios Médicos de la
República Argentina ,
- Un representante de la Federación de
Colegios de Biólogos de la República Argentina ,
- Un representante de la Federación de Colegios
Veterinarios de la
República Argentina ,
- Un representante del
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología,
- Un representante de las
Universidades Nacionales, que será designado por la Federación de Rectores
de las Universidades Nacionales; y
- Un representante de una
institución protectora de animales debidamente acreditada.
Más información:
En
tanto, la dirección de Fauna Silvestre
dependiente de la
Secretaria de Medio Ambiente de la Nación , destaca que en la Provincia de Buenos Aires se encuentra
terminantemente prohibida la circulación de circos con animales, no así en el resto del país, por lo que entiende que actualmente no existe una legislación que contemple las condiciones en
la que puedan encontrarse los animales de
estos establecimientos itinerantes en el resto del país. Por lo tanto la dirección
de Fauna Silvestre se encuentra trabajando en un modelo de legislación de
control regional, en base a una ley existente en Brasil como primera medida.
En
referencia a este tema, la dirección de
Fauna Silvestre destaca el precedente ejemplar de Perú, que operando con leyes
y normativas constitucionales, prohibió la actividad circense con animales en
todo el país.
Un nuevo modelo de circo.
Tradicionalmente,
pertenecer a una compañía circense representaba estar sujeto a un determinado
modo de vida; viviendo en una comunidad de características nómadas, donde el
saber de una disciplina transmitía de generación en generación.
Al
correr la década del 80, ya finalizada la dictadura militar, comenzó
a ganar espacio en el país una nueva generación teatristas que de modo
irreverente conjugaron varias disciplinas artísticas que ayudaron a desarrollar
el concepto de “Circo Contemporáneo”, estableciendo la intervención de artes
conexas en salas de teatro , bares, centros culturales, o incluso la vía
publica.
A
mediados de la década del 80, los
hermanos Jorge y Oscar Videla, miembros de una tradicional familia de Circo
Argentino, propusieron dar puertas abiertas el conocimiento circense, fundando
la “Escuela de Circo Criollo” (segunda escuela de circo en toda Latinoamérica,
luego de la escuela cubana fundada en 1976). Enseñando disciplinas y destrezas
circenses, además de tango, folclore y la formación teórica de este tipo
de espectáculos.
En
la actualidad el circo ha incorporando
nuevas tendencias y recursos vinculándos con el teatro, de esta manera fue
posible desarrollar un circo distinto, sin animales y con el énfasis
en generar un poderoso atractivo visual. Esta evolución se refleja al apreciar
que las técnicas circenses fueron incorporadas a otros espectáculos que ofrecen malabaristas en una obra infantil, trapecistas
en obras de teatro o un recital de rock, enriqueciendo diversos escenarios mediante
los fines estéticos de disciplinas y performances de teatro acrobático o nuevo
circo.
El circo llega al ámbito Universitario
Claramente
en los últimos tiempos el circo tradicional se ha visto modificado, al trascender su característico ámbito de la
carpa y la pista central, adecuando su condición estructuralista a nuevas
corrientes artísticas que le permitan una forma de transmisión de conocimiento,
emociones, ideas y pensamientos.
Para
sorpresa de muchos, en los últimos años en la Ciudad y el Gran Buenos Aires cerca de 4 mil
alumnos concurren a centros culturales, escuelas de circo y teatro para practicar acrobacia, tela, trapecio y
malabares, atraídos por el encanto de aprender las disciplinas circenses
La
universidad contemporánea también a pasado a ser una usina de desarrollo
artístico y formación académica, desde el año 2009 la Universidad de tres de
Febrero y la Universidad
de San Martín, ofrecen la posibilidad de estudiar circo de manera profesional.
Mediante sus licenciaturas, ambas casas de estudio tienen la intención de formar artistas integrales en
la disciplina que puedan pensar, crear, renovar y desenvolverse en el desafió
que implica esta nueva instancia del circo nacional.
A
mediados de 2012 egreso la primera camada de 52 Licenciados en Artes del
Circo de Universidad de tres de Febrero. Enrique Valiente, director del
departamento de Arte y la
Cultura de la
Untref , destaca que el alumno al afrontar la Licenciatura en Artes
del Circo (con una duración de tres años y medio), se embarca en la instrucción de materias de
carácter teórico, como Historia del circo, Historia del arte, Anatomía
funcional, Biomecánica, análisis de la cultura, historia del arte e incluso, la
gestión comercial de una compañía circense. Con respecto a la formación
artística del alumno se trabaja sobre el marco de conocimientos teóricos y
prácticos de coreografía, danza, acrobacia, música, actuación, lo que implica
incrementar también la capacidad física del
estudiante mediante un trabajo similar
al que desarrolla un deportista de "alto rendimiento".
Acerca
del futuro laboral de los egresados de la carrera, Enrique Valiente destaca,
que "cada vez que se inicia un campo académico, las posibilidades de
inserción profesional también se modifican, y con el tiempo se crean
oportunidades, nichos que no existían o eran cubiertos por otras
especialidades”.
En
el circo confluyen el placer y la actividad física, lo expresivo y lo social,
mediante una expresión artística que se encuentra ampliamente ligada a la historia del ámbito escénico y cultural de
nuestro país, como origen del teatro Argentino.
En
la actualidad los artistas de circo son
muy requeridos, por coreógrafos, comedias musicales, compañías de teatro,
empresas dedicadas a la organización de eventos corporativos y circos que
afrontan una “crisis” de recambio al abandonar el tradicional modelo circense y
para afrontar el nuevo paradigma del circo contemporáneo. Por lo tanto, mediante
la formación de artistas emergentes del ámbito universitario, el circo vive con
esperanza un horizonte de plena renovación en nuestro país.
